sábado, 12 de octubre de 2013

PISANDO FUERTE

Su nombre es sinónimo de elegancia allá por donde suena y es que la Princesa Carolina de Mónaco se lo ha ganado a pulso. Heredera del glamour y la belleza de su madre, Grace Kelly, Carolina luce espectacular en la mayoría de sus apariciones.
La última vez que ha conseguido dejarnos con la boca abierta, no sabemos si para bien o para mal, ha sido tras la boda de su hijo Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo en una cena organizada por el Nouveau Musée National de Mónaco. Se decantó por un vestido azul noche de Céline, abanadonando por una noche a su diseñador fetiche, Chanel, y se decidió por unos ¿curiosos? zapatos cerrados diseñados por Phoebe Philo para Céline presentados en la colección del año 2013 en color carne nude con tacón de madera que simulaban unos pies, con dedos y pedicura en rojo incluida.




Además de los originales zapatos se atrevió también con un brazalete low-cost hecho con cápsulas de champagne.








































¿Qué os parece este cambio de look de la Princesa?

3 comentarios:

  1. Renovarse ó morir!!
    Pero nos vá a costar asumir el cambio.
    Gracioso, novedoso.. aunque tal vez por su posición , no pueda ó no deba arriesgar.
    Carmen F

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  2. Pues prefiero a la Carolina de siempre...creo que nunca nadie podrá llegar a mi admiradisima Grace ..pero adi ni se scerca.
    No me gusta el cambio.
    Besosssss

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  3. Pues a mi me encanta!!!! Los zapatos increíbles originales, curiosos y muy sorprendentes. La pulsera igual. El vestido más discreto, y a lo mejor más acorde a ella. Pero el global me encanta.
    Marta

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